Gases de Efecto Invernadero

Los gases de efecto invernadero (GEI) son compuestos que atrapan el calor en la atmósfera y contribuyen al cambio climático. Los principales GEI regulados a nivel internacional son: dióxido de carbono (CO₂), generado principalmente por la quema de combustibles fósiles; metano (CH₄), asociado a la ganadería y la descomposición de residuos; óxido nitroso (N₂O), procedente de actividades agrícolas e industriales; y los gases fluorados (HFC, PFC, SF₆ y NF₃), empleados en refrigeración y procesos industriales. Medir y reducir estos GEI es esencial para elaborar inventarios, informes según ISO 14064 y reportes del Protocolo GHG.

Gestión de GEI: ISO 14064, Protocolo GHG e informe de emisiones

La gestión de los gases de efecto invernadero (GEI) es una prioridad para las empresas comprometidas con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático. Para garantizar transparencia, credibilidad y comparabilidad en los datos, existen estándares internacionales reconocidos como la ISO 14064 y el Protocolo GHG (Greenhouse Gas Protocol), que sirven de marco para elaborar un informe de GEI completo y verificable.

ISO 14064-1 - Gases de efecto invernadero

La ISO 14064 es una norma internacional que se estructura en tres partes:

ISO 14064-1: define los requisitos para la cuantificación y el reporte de las emisiones y remociones de GEI a nivel organizacional.
ISO 14064-2: se centra en proyectos de reducción de emisiones y remoción de GEI.
ISO 14064-3: establece principios y requisitos para la verificación y validación de informes de GEI por parte de terceros.

Por su parte, el Protocolo GHG es el estándar más utilizado a nivel mundial para calcular y reportar las emisiones de GEI. Se basa en tres alcances:

Alcance 1: emisiones directas de la organización.
Alcance 2: emisiones indirectas por consumo de electricidad, calor o vapor.
Alcance 3: otras emisiones indirectas de la cadena de valor, como transporte, viajes o proveedores.

La norma ISO 14067 establece principios, requisitos y directrices para cuantificar y comunicar la huella de carbono de productos, fomentando transparencia ambiental, sostenibilidad y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Elaborar un informe de GEI siguiendo ISO 14064 y el Protocolo GHG permite a las empresas identificar sus principales fuentes de emisiones, establecer planes de reducción y comunicar resultados de manera transparente a clientes, inversores y organismos reguladores.

Además, contar con un informe de GEI verificado mejora la reputación corporativa, facilita la participación en licitaciones públicas, responde a requisitos de sostenibilidad de clientes globales y alinea a la empresa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París.

La correcta aplicación de ISO 14064 y el Protocolo GHG no solo asegura el cumplimiento normativo, sino que convierte la medición de emisiones en una verdadera estrategia de competitividad y resiliencia frente al cambio climático.

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